Los sofás de cuero. Ventajas y desventajas de tenerlos

Los sofás de cuero. Ventajas y desventajas

El sofá que vestirá nuestro salón no podemos elegirlo a la ligera y, debido a la inmensa variedad que podemos encontrar en el mercado (colores, materiales, formas, tamaños, etc.) no podemos tomar la decisión con solo ver dos, debemos buscar bien. Uno de los sofás que más suelen escoger los compradores son los de cuero y vamos a ver porqué lo escogen y qué cosas les echan para atrás a la hora de tenerlo como opción.

Las ventajas del sofá de cuero

Obviamente, la primera ventaja que debemos mencionar es la presencia que dan. Un sofá de cuero es un mueble sereno, que agrada a cualquiera que lo mire y que encaja y refina el lugar en el que se coloca. Otra, también muy importante, es lo fácil que resulta su mantenimiento. A diferencia de los sofás de telas que se ensucian rápido y en los que las manchas penetran, los sofás de piel los podremos limpiar con un trapo humedecido o con toallitas húmedas. Además de su mantenimiento, comprando un sofá de piel nos aseguramos un sofá para mucho tiempo, ya que la piel es un material muy resistente y que, con un mínimo cuidado, dura años y años.

Sofás de cuero
Inconvenientes de los sofás de cuero

Seguro que al leer piel todos habéis pensado lo mismo: dinero. Pues sí, el principal inconveniente a la hora de escoger un sofá de cuero es su precio. Estos sofás llegan a duplicar o hasta multiplicar por tres el precio de un sofá normal de tela. Aunque su limpieza es fácil y su mantenimiento implica muy poco esfuerzo, el tacto de la piel es extremo en las estaciones (muy frío en invierno y muy caluroso en el verano).

Si buscamos un sofá que nos dure mucho tiempo, que no nos preocupe su mantenimiento y que encaje en cualquier sitio podemos elegir los sofás de cuero pero debemos aceptar que son una inversión.

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