Los problemas de humedad no sólo aquejan a los edificios más antiguos; cualquiera, por reciente que sea su construcción, puede verse afectado, y no es algo que deba tomarse a la ligera. Existen tres formas principales en las que la humedad puede atacar a un edificio: por condensación, por infiltración y por capilaridad. Ya sea en nuestro hogar como en la oficina, debemos estar atentos para detectar las primeras señales que nos puedan alertar de un problema de alguno de estos tipos, y ponerle solución antes de que pase a mayores.
Aunque cada una tiene sus características propias, existen una serie de síntomas comunes para todas ellas: la aparición de vaho en superficies reflectantes, como pueden ser espejos o ventanas; el surgimiento de moho en los rincones de nuestras paredes o en el techo; o el desprendimiento de yeso y pintura tanto en la fachada como en el interior (en este segundo caso pueden ir acompañados de salitre).
Si encontramos indicios claros de que la humedad está afectando negativamente a nuestra vivienda, es el momento de entrar en contacto con la empresa especializada Murprotec. Con una trayectoria ya dilatada en el tiempo (llevan más de cincuenta años dedicándose a la prevención de los problemas de humedad en el ámbito de la construcción), Murprotec realiza un diagnóstico personalizado, proponiendo la solución idónea para cada tipo de edificio. En su página web podemos solicitar dicho estudio de manera gratuita.
Si preferimos contar con asesoría presencial, también podemos encontrarla gracias a la web; en ella tenemos un mapa con las 24 delegaciones disponibles en toda Europa (incluyendo, claro está, las de España), así como el teléfono para contactar directamente con los técnicos.
el problema de la humedad efectivamente es una constante a superar independientemente del tipo o los años de las construcciones o edificios, la cuestión es contar con buenos y efectivos profesionales y a tiempo