Hoy en día, se apuesta mucho por el minimalismo y cuanto menos abulte algo se supone que es mejor. Pues bien, esto también se suele aplicar a la hora de hacer muebles y es por lo que la mayoría de los muebles, por ejemplo para televisión, son bajos y quedan a ras de suelo, tan sólo unos pequeños tacos en forma de círculo lo separan del suelo.
¿Qué tiene esto de práctico?
Pues bien, al no tener patas, los muebles no ocupan tanto espacio en la pared, parecen más pequeños y modernos. Esto no lo podemos atribuir a muebles altos porque ya de por sí son grandes y no necesitan patas, pero normalmente, si tenemos salones pequeños, sabréis de qué muebles estamos hablando.
¿Debo ponerle patas a mi mueble?
Si te gusta tal cual está, no. Las ventajas de añadirle patas, las cuales podemos encontrar en cualquier tienda de muebles o grandes almacenes, son que se nos hará más fácil la limpieza ya que podremos pasar aspiradores y fregonas por debajo, y que, en lo que a decoración se refiere, al subir la altura del mueble, no notaremos la pared en la que se encuentra tan vacía.
Si ya tenéis decoración en las paredes (cuadros, objetos, estantes,etc.) deberéis medir primero, no sea que por ganar unos 10 o 15 cm tengáis que redistribuir todo.